FUSIBLES
Hace ya bastantes años que utilizo fusibles audiófilos en todos mis aparatos.
Cuando cambié el primer fusible estándar por uno audiófilo (la verdad es que no recuerdo de que aparato se trataba) me llevé una grata sorpresa y eso despertó en mí la curiosidad, por lo que intenté probar todas las marcas que pude conseguir en aquel momento. Y desde entonces han aparecido muchas más.
Este es un tema controvertido y son muchas las personas que se preguntan como "algo tan pequeño" puede influir en el rendimiento sonoro de un aparato. Y esa es precisamente la razón de que su influencia llegue a ser tan importante.
Veamos, nos preocupamos por la calidad del suministro eléctrico y utilizamos cables de red eléctrica sofisticados......¿para luego hacer pasar esa corriente por un trozo de alambre de dudosa calidad, incluido en un recinto de vidrio y con contactos en latón?
Se trata del dispositivo más antiguo de protección contra posibles fallos en circuitos eléctricos.
Edison presenta la primera patente sobre fusibles en el año 1880 en Estados Unidos, en la cual se indica que el fusible es el elemento débil del circuito, ya que la presencia de sobrecorrientes peligrosas para el circuito lo harían fundirse y cortar la circulación de corriente.
No cabe duda de que es el eslabón débil en la cadena tanto si nos referimos a fusibles de la fuente de alimentación como a los que pueda montar cualquier circuito de un aparato.
¿Por qué no preocuparse por ello entonces?
Los fusibles que utilizamos en nuestros aparatos consisten en un alambre metálico o lámina (disipa mejor el calor que el alambre), montado en una carcasa aislante de vidrio o cerámica y conectado a dos piezas metálicas que servirán de contacto. El cuerpo puede contener aire, un líquido, un material destinado a absorber vibraciones o energía térmica liberada durante la transferencia de energía y la fusión.
El tipo de metal utilizado en el diseño de un fusible varía dependiendo del tipo de fusible y, sobre todo, de las especificaciones del fabricante (zinc, plata, aluminio, aleación de estaño, cobre, etc.).
Su función es la protección del sistema de alimentación y los circuitos de un posible cortocircuito o aumentos repentinos de la corriente generados por un fallo de la carga accionada. La ubicación del fusible en el circuito delimita la protección aguas arriba y también aguas abajo.
Está muy arraigada la creencia de que un fusible protege la carga accionada, es decir, el aparato, aunque su activación suele ser debida a un fallo de este último.
Todos los metales puros y casi todas las aleaciones metálicas tienen un coeficiente positivo de resistencia térmica, es decir, al aumentar la temperatura, aumenta la resistencia del elemento fusible. A corrientes por debajo de la corriente nominal protectora el calor generado en el elemento fusible se disipa estacionariamente en el medio ambiente pero a corrientes superiores a la corriente nominal se desarrolla inestabilidad térmica en el elemento fusible, de modo que un aumento de la temperatura conduce a un aumento de la resistencia activa del fusible, lo que hace que se caliente aún más, pudiendo así llegar a exceder su punto de fusión. Es cuando ocurre su destrucción mecánica y la ruptura del circuito.
El inserto del fusible dentro del cartucho se coloca en un medio de extinción especial (por ejemplo, arena de cuarzo) que, cuando se quema un fusible, enfría y desioniza intensamente el arco eléctrico.
Todos los fusibles funcionan interrumpiendo la corriente pero el fusible debe calibrarse correctamente a la curva de respuesta. Es por eso que hay diferentes tipos de fusibles.
El fusible de uso general (fusible gG) proporciona protección contra sobrecargas y cortocircuitos. Este es el más común en instalaciones domésticas.
La norma o estándar IEC 60127 (International Electrotechnical Commission) indica cinco tipos de fusibles, en función de la característica tiempo/corriente, definiendo cada tipo de acuerdo con el tiempo requerido para cortar diez veces la corriente nominal:
FF = (Fast, fast) Muy rápido. Tiempo de actuación inferior a 1 mS
F = (Fast Blow) Rápido. Tiempo de actuación entre 1 y 10 mS
M= retardo medio
T= retardado o lento (Slow Blow). Tiempo de actuación entre 10 y 100 mS
TT= ultra retardado o muy lento. Tiempo de actuación entre 100 mS y 1 segundo
Los fusibles que utilizamos habitualmente en nuestros aparatos son de fusión lenta, tipo
T (Slow Blow) o bien rápida
F (Fast Blow).
Además del amperaje hemos de tener en cuenta el tamaño del fusible. Nuestros aparatos suelen montar el de 5x20 mm (europeo) o bien el de 6,3x32 mm.
Cuando se funde un fusible el aparato deja de funcionar. Para saber si el fallo está en el fusible basta con la ayuda de un tester. Colocamos las puntas del tester en los extremos del fusible y comprobamos la existencia o no de continuidad.
En el caso de que no haya continuidad es obvio que necesitamos reemplazar el fusible.
Cambiar el fusible de alimentación es una tarea sencilla, aunque algunos aficionados tienen reparo en hacerlo. Si están incluidos en placas de circuito supone un trabajo extra porque habrá que abrir el aparato.
Muchos fusibles incluidos en el circuito de fuente de alimentación vienen en un compartimento circular aparte. En ese caso solo se trata de abrirlo y poner el fusible de reemplazo.
En otros casos nos encontramos con un cajetín al lado del IEC que se abre fácilmente con un destornillados de pala.
En este caso dentro del propio cajetín suele haber un espacio para guardar un fusible de repuesto.
No todos los fusibles se ocupan del suministro eléctrico que entra al aparato. Muchos tienen fuses en la ruta de la señal, situados en una placa de los circuitos. En este caso a veces resulta complicado introducir un utensilio para sacarlo. Existen en el mercado pinzas apropiadas para su manipulación.
Aunque teniendo cuidado también podemos ayudarnos con un pequeño destornillador de pala.
Los fusibles también tienen aplicación en el cuadro eléctrico. Aunque habitualmente se utilizan disyuntores magnetotérmicos para este menester, es bien sabido que la bobina que montan tiene un efecto pernicioso en la alimentación de nuestros equipos de sonido. Es por eso que durante muchos años he utilizado el fusible AHP con su correspondiente portafusibles en la fase de la línea directa dedicada.
Y conviene tener uno de repuesto si no queremos quedarnos sin música porque cabe la posibilidad de que, por un subidón o bien por exceso de armónicos en la red, nos encontremos con esto, tal y como me pasó a mí en hace unos años tras regresar de vacaciones: