Hay una máxima, muy extendida en el mundo del audio "objetivista":un transductor con una curva de respuesta en frecuencia plana tendrá un balance tonal más preciso que otro que enfatice ciertas gamas de frecuencia con respecto a las demás.
Si la respuesta de frecuencia plana se ha convertido en una tradición en el mundo del audio de calidad en la actualidad es porque parece que tiene mucho sentido.
Si partimos de la premisa de que el presentar para el oído humano la misma respuesta en frecuencia que existió en el lugar del concierto grabado, el resultado será un equilibrio espectral que los oídos perciben como idéntico al sonido original. ¿Qué podría ser más evidente? Nada, excepto que este enfoque tradicional de diseño de componente de audio no siempre funciona muy bien en las salas de los aficionados.
Y ahí habría que preguntarse también por qué son tantos los aficionados al sonido reproducido por los aparatos "vintage", en los cuales el rango medio puede ser predominante.
Muchos fabricantes de sistemas de altavoces de gama alta se jactan de lo plana que es su curva de respuesta frecuencial porque la planitud se considera uno de los objetivos principales de cualquier diseño de audio. Desafortunadamente, en un altavoz, la respuesta de frecuencia plana no parece funcionar en muchos casos.
El diseño de altavoces ha hecho enormes progresos en los últimos años. Y se traduce en mejoras en la extensión de las octavas más altas y más bajas del rango de frecuencias, en la resolución de los detalles y en la imagen sonora.
Puede impresionarnos la increíble planitud de la respuesta medida en algunos altavoces de alta gama, con una curva de respuesta recta hasta los 15 kHz, y a veces más allá.
Sin embargo la escucha de estos altavoces, en los que la balanza tonal se inclina hacia arriba en el extemo alto puede hacer que la escucha no sea placentera.
En mi experiencia la reproducción de música a través de altavoces que priorizan la gama media-baja en su curva de respuesta, no lo hacen tanto a la hora de sentarnos a escuchar, a pesar de que las mediciones de los diseñadores muestran lo contrario.
Con frecuencia, los altavoces que miden plano suelen sonar en la sala de escucha delgadas en el extremo inferior, mientras que los que suenan planos en el grave en las salas suelen tener una cresta en el medio-grave en la curva de respuesta en frecuencia.
La región del medio-grave tiene un efecto muy profundo sobre la capacidad de los altavoces para reproducir los verdaderos timbres de instrumentos musicales reales porque ahí radica la base de la precisión tonal de muchos instrumentos como el piano, el cello y muchos metales.
No son pocos los aficionados que afirman que la crítica gama media es peor reproducida por los altavoces modernos que por los de hace decenios. Sin estar completamente de acuerdo con esta aseveración creo que es debido, fundamentalmente, a una cuestión de proporciones en el balance tonal obtenido.
Una mayor percepción de frecuencias altas,por ejemplo, con platillos que suenen más claros y definidos, supone más resolución pero a expensas del cuerpo y riqueza de medios.
No estoy defendiendo, por supuesto, que abandonemos por completo el criterio de la planicidad de respuesta del altavoz. Los picos y caídas siguen siendo picos y caídas, y afectan negativamente al sonido pero cuando la precisión subjetiva y la perfección objetiva están tan claramente en desacuerdo entre sí debemos reevaluar nuestro enfoque y no ver como irrelevantes esas contradictorias percepciones subjetivas
A veces el problema no es con la medición, sino con la técnica de medición. Muchos fabricantes de altavoces miden la respuesta de frecuencia en una cámara anecoica, lo cual no tiene sentido. Los altavoces nunca se escuchan en una cámara anecoica. Los altavoces son escuchados en salas reales, y ahí sus mediciones son bastante diferentes.
Veamos las medidas de las Roger LS3/5a
Son cajas cerradas, bafle infinito, por lo que adolecen del extremo grave que mostrará un altavoz con diseño reflex, pero el ataque es más preciso, lográndose mejor articulación y menos excesos.
El timing es excelente y el rango medio transmite todo el mensaje emocional, a pesar de las crudezas de las grabaciones. Es difícil lograr este tipo de coherencia en diseños con pórtico reflex.
Siendo un dos vías el balance final está en el lado ligero pero sus medios y graves altos son más que suficientes en cantidad y calidad para reproducir música orquestal de gran escala y rock de alto voltaje en espacios apropiados, siempre que mimemos el resto del sistema.
Están diseñadas con una protuberancia en la respuesta en frecuencia a 100 Hz, lo que nos da la impresión de que producen más graves de lo que hacen.
La respuesta de 50 y 60 Hz es fácilmente conseguible en una habitación pequeña y con el factor de ganancia de la sala se puede percibir más extensión de la que muestra la gráfica.
También la relativa limitación en extensión del grave significa que no hay frecuencias bajas que engorden el sonido.
Por tanto, el toque de medio grave añade calidez y peso, escondiendo la falta de grave profundo, además de evitar la temible protuberancia en el grave-alto que resulta en el final de una nota sólo ("grave tonelero"). Esto nos permite oír pormenores que pasan desapercibidos con altavoces con más “caja torácica” y menos garganta.
Llama la atención la caída en la región de presencia.
En los 1,5 KHz se observa una atenuación, el famoso
BBC dip. Esto es responsable de la calidez de los diseños BBC ya que en esa zona es donde el oído humano es más susceptible a un tipo de sonido más agresivo. La zona de máxima sensibilidad está entre 3 y 5 kHz, donde el sonido que llega directamente de la fuente se percibe con mucha más claridad que el resto de sonidos "difusos", que provienen de rebotar en las paredes.
Creo haber leído que todo empezó con algún defecto de diseño y su intento por corregirlo en las famosas Rogers LS3/5A.
En los diseños de altavoces empleados por la BBC (los BBC monitors) se observa siempre un "bache" de la respuesta en esa zona. Esto se diseña así porque los micrófonos no "oyen" igual que el hombre. La sensibilidad del micrófono es lineal, y no perciben el sonido como directo o difuso. El resultado es que se suman las radiaciones directas y difusas, y luego se reproducen todas como directas en el altavoz. Cualquier frecuencia que sobresalga en ese rango será oída como una estridencia.
Sin embargo cuando una frecuencia, o incluso todo el rango, baja poco (<1.5dB) resulta inapreciable en la respuesta del transductor.
También podemos observar una ligera caída en los medios altos de 2khz a 4khz. Esta característica de la BBC aumenta la profundidad de la imagen, profundizando la curvatura de una orquesta, además de reducir el avance de las voces, mostrando a los vocalistas un tanto retrasados.