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Fuentes / R2R. LA AVENTURA (4): Reunión de máquinas. Calibrando.
« en: 08 de Mayo de 2023, 01:29:17 pm »
A medida que vamos experimentando, estudiando y así introduciéndonos en el mundo R2R, vamos descubriendo cosas, e interiorizando conceptos, sobre estas máquinas y sus principios de funcionamiento.
Si hay algo que tengo que agradecer a esta aventura, en estos primeros pasos, es que me haya obligado a “salir de la cueva” y compartir más momentos con amigos… es lo que tiene embarcarse en equipo.
En anterior mensaje les mostraba las cintas de calibración llegadas desde Australia a Gran Canaria… como el experto en calibración de este equipo es mi amigo Tato, y la primera experiencia a tener con ellas era en su máquina, en Tenerife, para allá que me fui en un viaje relámpago, y con algo de material adicional bajo el brazo… un vuelo de 25 minutos y allí que estamos… mucho mejor compartir el momento y sacar mis primeras conclusiones aprendiendo de su conocimiento, que enviarlas por paquetería y perderme parte del proceso… de eso no hace 2 semanas...
Desplazarse entre las islas es tan cómodo que me doy cuenta de que lo que realmente nos separa es el tiempo que nos comen nuestras responsabilidades y ocupaciones, así que si queremos seguir progresando en nuestro objetivo era necesario que las cintas llegaran a las 3 máquinas idénticas (revox c270) hay entre Gran Canaria y Tenerife… así que aprovechando otra excusa, segundo viaje con las 2 máquinas que tenía en casa para reunir. Esta vez una hora en fast ferry…
Un regalazo de día, compartir mesa con mis amigos (maravillosa familia la de Tato), y justo después, cargar y empezar: poner, escuchar, medir, quitar, y así hasta 3 veces, a fin de sacar conclusiones.
Supongo que tener tres máquinas idénticas para poder hacer esto está al alcance de pocos, fundamentalmente de técnicos o de los poquísimos comercios especializados en R2R... así que disfrutando de la oportunidad, nos ponemos manos a la obra.
Han pasado apenas 5 días desde ese viaje relámpago y nuestro técnico particular, Tato, ya ha podido completar el proceso con las tres máquinas…
Calibración:
Para no marear al personal con detalles técnicos (no es cuestión desgranar el manual de calibración de 70 páginas que te envían con el kit), resumir que el proceso consiste en conseguir que la señal de entrada de la máquina, se corresponda con la señal de salida, establecido en 0 db, lo que en voltaje se corresponde con 0,775 mv, a una determinada frecuencia (1 KHZ). Asimismo, que la misma esté perfectamente equilibrada entre los dos canales de una señal estéreo.
Para ello es necesario un generador de tonos que se usará para introducir una señal concreta en la máquina (la entrada de grabación, y por tanto destinada a la cabeza de grabación), y que por tanto servirá para calibrar la placa de grabación de la máquina. Y luego le toca el turno a la señal reproducida por la máquina, a través de cabezal de reproducción, en la placa de reproducción.
La única forma de introducir señal entonces es a través de un tono grabado en una cinta, la cinta de calibración. Dadas las especificaciones de cada máquina y de la formulación química de la cinta virgen a emplear, los tonos grabados en esta cinta deben corresponderse con la forma en la que la máquina va a reproducirlos, con el tipo de ecualización que se utilizará (NAB o IEC), con la velocidad de reproducción (7,5 o 15 ips para este caso), y con la cinta virgen que se utilizará con la máquina (para este caso SM900/LPR90).
Documentándome sobre la materia descubro un post (en Hispasonic, tema dedicado a grabación en estudio, de A800MK3, allá por 2012), en generosa respuesta a las dudas de otra persona, y claramente de perfil técnico, que nos da el motivo por el cual el uso de estas cintas es necesario (aunque hay quien también describe métodos complejos para poder evitarlas, dado su elevado coste). Me permito copiar parte de su mensaje,
“Por supuesto todo esto va depender del tipo de cinta empleado, de las características de tu grabador, y sus posibilidades reales en base a su estado, así como a el nivel de referencia en nW/m que vayas a emplear en base a tus preferencias y a el tipo de formulación de la cinta y de sus posibilidades.
Esa decisión se realiza en el proceso de ajuste y para realizar dicho ajuste es necesario emplear una cinta de test que este grabada a un nivel de flujo magnético de referencia (las cintas de test no son cintas grabadas en un magnetófono normal, y de hecho por lo general consisten en una única pista…”
Evidentemente nosotros somos nuevos en esto, y buena parte de este trabajo consiste en recopilar y ordenar la cantidad de conocimiento que se atesora en la www sobre la materia. Estudiar, aprender, aplicar… (en la medida en la que podamos evitar el ensayo-error, mejor que mejor).
Proceso:
A Tato se le ocurre algo que a mi juicio resulta una garantía de que el proceso está bien hecho, y que las tres máquinas a calibrar lo están exactamente de la misma manera, tanto en la señal que entra en la máquina como la que sale de la misma.
Una vez calibrada la primera máquina, la segunda a calibrar se conecta a la primera (creo que es conexión en paralelo):
- El output de la máquina a calibrar se lleva al input de la máquina ya calibrada.
- Y la salida de esta máquina al milivoltímetro (podría ser a una tercera máquina que también tenemos, pero faltaba cable xlr).
Empezamos con la señal de input: con generador de tonos se introduce la señal en la máquina a calibrar, y se regula a 0 db. Esta señal sale de la máquina y entra en la primera, ya calibrada… si la máquina en calibración arroja una lectura igual a lo que dicen los vúmetros de la segunda, las máquinas están “iguales”, en el input. El milivoltímetro conectado a la salida de la primera máquina debe asimismo arrojar el mismo resultado: 0 db, y por tanto, la calibración de la segunda se corresponde con la primera.
La misma operación con la señal de output, esto es, reproduciendo la cinta de calibración, teniendo que ofrecer exactamente el mismo resultado: 0 db en todas las mediciones:
- La máquina que se está calibrando (perdón por la calidad de las imágenes, extraidas de un video).
- La máquina ya calibrada conectada al output de la máquina que se está calibrando:
- Y el milivoltímetro conectado a la salida de la máquina ya calibrada
Y esta prueba se realiza finalmente con la máquina grabando.
Sin ser técnico, convengo conmigo mismo que lo que está haciendo mi amigo es una medición “de respaldo”, consiguiendo con ello asegurarse de que todo el trabajo que hace en una máquina lo está replicando con exactitud en las siguientes…
Y en este caso, dado que dos de esas máquinas convivirán y trabajarán juntas, para grabar de cinta a cinta, no se me ocurre mejor garantía que esta prueba de que se podrán conseguir copias al 99 % de exactitud.
Conclusiones:
Nosotros, supongo que como tantos otros aficionados al buen sonido que se han metido mucho antes en esto del R2R, y que ya están a otros niveles de conocimiento (seguiré estudiando, recopilando y resumiendo aquí todo lo que se aprende de los demás), nos hemos dado cuenta ya de algo que no hay que olvidar:
Nosotros somos aficionados al HIFI de nivel, HI end si se quiere. Las máquinas más orientadas a darnos el resultado que esperamos son las prosumidoras y profesionales, y estas máquinas no fueron pensadas para este tipo de uso. Sí seguramente las nuevas producciones inabordables de las marcas que ya nos glosó ROCOA en su tema que tan bien introduce el R2R (Metaxas, Ballfinger, Thorens, UHA, …).
Nosotros estamos acostumbrados al plug & play, todo lo más a la complejidad del uso de un tocadiscos. Pero estas máquinas requieren de un nivel de conocimiento y pericia más propios de un técnico de sonido, y por tanto, implementarlas en nuestro sistema requiere de un esfuerzo que no todos estarán dispuestos a asumir.
No basta con comprar una máquina y pretender que suene a la primera, y aunque así fuera, luego será necesario mantenerla… limpieza, desgmanetización, lubricado, calibrado puntual…
Y sacarle todo el jugo luego es un proceso que comienza en habituarse a su uso, sigue por aprender a optimizar los recursos (cintas), y siempre con el objetivo de dar con el mejor sonido que nos puede ofrecer tanto en grabación como en reprodución.
Por último el apasionante mundo de los upgrades, que en máquinas cuyos componentes no sólo pueden haber “caducado”, sino que han sido sustituidos por equivalentes cuyo rendimiento sonoro es mucho mejor (condensadores, resistencias, cableado interno, cabezales, partes mecánicas como rodamientos, pinch rollers),
Motivo de otro mensaje será la existencia de interesantisimos previos de tape head que prometen elevar la calidad de reproducción de cualquier máquina a otro nivel.
Si ya nos ponemos pijos, la estética de las máquinas se puede actualizar, tal y como hacen varias empresas, incluso con la venta de kits de reconversión, con resultados que convierten a estas máquinas en auténticas piezas de exposición que enamoran a primera vista.
Los límites los pone uno.
Si hay algo que tengo que agradecer a esta aventura, en estos primeros pasos, es que me haya obligado a “salir de la cueva” y compartir más momentos con amigos… es lo que tiene embarcarse en equipo.
En anterior mensaje les mostraba las cintas de calibración llegadas desde Australia a Gran Canaria… como el experto en calibración de este equipo es mi amigo Tato, y la primera experiencia a tener con ellas era en su máquina, en Tenerife, para allá que me fui en un viaje relámpago, y con algo de material adicional bajo el brazo… un vuelo de 25 minutos y allí que estamos… mucho mejor compartir el momento y sacar mis primeras conclusiones aprendiendo de su conocimiento, que enviarlas por paquetería y perderme parte del proceso… de eso no hace 2 semanas...
Desplazarse entre las islas es tan cómodo que me doy cuenta de que lo que realmente nos separa es el tiempo que nos comen nuestras responsabilidades y ocupaciones, así que si queremos seguir progresando en nuestro objetivo era necesario que las cintas llegaran a las 3 máquinas idénticas (revox c270) hay entre Gran Canaria y Tenerife… así que aprovechando otra excusa, segundo viaje con las 2 máquinas que tenía en casa para reunir. Esta vez una hora en fast ferry…
Un regalazo de día, compartir mesa con mis amigos (maravillosa familia la de Tato), y justo después, cargar y empezar: poner, escuchar, medir, quitar, y así hasta 3 veces, a fin de sacar conclusiones.
Supongo que tener tres máquinas idénticas para poder hacer esto está al alcance de pocos, fundamentalmente de técnicos o de los poquísimos comercios especializados en R2R... así que disfrutando de la oportunidad, nos ponemos manos a la obra.
Han pasado apenas 5 días desde ese viaje relámpago y nuestro técnico particular, Tato, ya ha podido completar el proceso con las tres máquinas…
Calibración:
Para no marear al personal con detalles técnicos (no es cuestión desgranar el manual de calibración de 70 páginas que te envían con el kit), resumir que el proceso consiste en conseguir que la señal de entrada de la máquina, se corresponda con la señal de salida, establecido en 0 db, lo que en voltaje se corresponde con 0,775 mv, a una determinada frecuencia (1 KHZ). Asimismo, que la misma esté perfectamente equilibrada entre los dos canales de una señal estéreo.
Para ello es necesario un generador de tonos que se usará para introducir una señal concreta en la máquina (la entrada de grabación, y por tanto destinada a la cabeza de grabación), y que por tanto servirá para calibrar la placa de grabación de la máquina. Y luego le toca el turno a la señal reproducida por la máquina, a través de cabezal de reproducción, en la placa de reproducción.
La única forma de introducir señal entonces es a través de un tono grabado en una cinta, la cinta de calibración. Dadas las especificaciones de cada máquina y de la formulación química de la cinta virgen a emplear, los tonos grabados en esta cinta deben corresponderse con la forma en la que la máquina va a reproducirlos, con el tipo de ecualización que se utilizará (NAB o IEC), con la velocidad de reproducción (7,5 o 15 ips para este caso), y con la cinta virgen que se utilizará con la máquina (para este caso SM900/LPR90).
Documentándome sobre la materia descubro un post (en Hispasonic, tema dedicado a grabación en estudio, de A800MK3, allá por 2012), en generosa respuesta a las dudas de otra persona, y claramente de perfil técnico, que nos da el motivo por el cual el uso de estas cintas es necesario (aunque hay quien también describe métodos complejos para poder evitarlas, dado su elevado coste). Me permito copiar parte de su mensaje,
“Por supuesto todo esto va depender del tipo de cinta empleado, de las características de tu grabador, y sus posibilidades reales en base a su estado, así como a el nivel de referencia en nW/m que vayas a emplear en base a tus preferencias y a el tipo de formulación de la cinta y de sus posibilidades.
Esa decisión se realiza en el proceso de ajuste y para realizar dicho ajuste es necesario emplear una cinta de test que este grabada a un nivel de flujo magnético de referencia (las cintas de test no son cintas grabadas en un magnetófono normal, y de hecho por lo general consisten en una única pista…”
Evidentemente nosotros somos nuevos en esto, y buena parte de este trabajo consiste en recopilar y ordenar la cantidad de conocimiento que se atesora en la www sobre la materia. Estudiar, aprender, aplicar… (en la medida en la que podamos evitar el ensayo-error, mejor que mejor).
Proceso:
A Tato se le ocurre algo que a mi juicio resulta una garantía de que el proceso está bien hecho, y que las tres máquinas a calibrar lo están exactamente de la misma manera, tanto en la señal que entra en la máquina como la que sale de la misma.
Una vez calibrada la primera máquina, la segunda a calibrar se conecta a la primera (creo que es conexión en paralelo):
- El output de la máquina a calibrar se lleva al input de la máquina ya calibrada.
- Y la salida de esta máquina al milivoltímetro (podría ser a una tercera máquina que también tenemos, pero faltaba cable xlr).
Empezamos con la señal de input: con generador de tonos se introduce la señal en la máquina a calibrar, y se regula a 0 db. Esta señal sale de la máquina y entra en la primera, ya calibrada… si la máquina en calibración arroja una lectura igual a lo que dicen los vúmetros de la segunda, las máquinas están “iguales”, en el input. El milivoltímetro conectado a la salida de la primera máquina debe asimismo arrojar el mismo resultado: 0 db, y por tanto, la calibración de la segunda se corresponde con la primera.
La misma operación con la señal de output, esto es, reproduciendo la cinta de calibración, teniendo que ofrecer exactamente el mismo resultado: 0 db en todas las mediciones:
- La máquina que se está calibrando (perdón por la calidad de las imágenes, extraidas de un video).
- La máquina ya calibrada conectada al output de la máquina que se está calibrando:
- Y el milivoltímetro conectado a la salida de la máquina ya calibrada
Y esta prueba se realiza finalmente con la máquina grabando.
Sin ser técnico, convengo conmigo mismo que lo que está haciendo mi amigo es una medición “de respaldo”, consiguiendo con ello asegurarse de que todo el trabajo que hace en una máquina lo está replicando con exactitud en las siguientes…
Y en este caso, dado que dos de esas máquinas convivirán y trabajarán juntas, para grabar de cinta a cinta, no se me ocurre mejor garantía que esta prueba de que se podrán conseguir copias al 99 % de exactitud.
Conclusiones:
Nosotros, supongo que como tantos otros aficionados al buen sonido que se han metido mucho antes en esto del R2R, y que ya están a otros niveles de conocimiento (seguiré estudiando, recopilando y resumiendo aquí todo lo que se aprende de los demás), nos hemos dado cuenta ya de algo que no hay que olvidar:
Nosotros somos aficionados al HIFI de nivel, HI end si se quiere. Las máquinas más orientadas a darnos el resultado que esperamos son las prosumidoras y profesionales, y estas máquinas no fueron pensadas para este tipo de uso. Sí seguramente las nuevas producciones inabordables de las marcas que ya nos glosó ROCOA en su tema que tan bien introduce el R2R (Metaxas, Ballfinger, Thorens, UHA, …).
Nosotros estamos acostumbrados al plug & play, todo lo más a la complejidad del uso de un tocadiscos. Pero estas máquinas requieren de un nivel de conocimiento y pericia más propios de un técnico de sonido, y por tanto, implementarlas en nuestro sistema requiere de un esfuerzo que no todos estarán dispuestos a asumir.
No basta con comprar una máquina y pretender que suene a la primera, y aunque así fuera, luego será necesario mantenerla… limpieza, desgmanetización, lubricado, calibrado puntual…
Y sacarle todo el jugo luego es un proceso que comienza en habituarse a su uso, sigue por aprender a optimizar los recursos (cintas), y siempre con el objetivo de dar con el mejor sonido que nos puede ofrecer tanto en grabación como en reprodución.
Por último el apasionante mundo de los upgrades, que en máquinas cuyos componentes no sólo pueden haber “caducado”, sino que han sido sustituidos por equivalentes cuyo rendimiento sonoro es mucho mejor (condensadores, resistencias, cableado interno, cabezales, partes mecánicas como rodamientos, pinch rollers),
Motivo de otro mensaje será la existencia de interesantisimos previos de tape head que prometen elevar la calidad de reproducción de cualquier máquina a otro nivel.
Si ya nos ponemos pijos, la estética de las máquinas se puede actualizar, tal y como hacen varias empresas, incluso con la venta de kits de reconversión, con resultados que convierten a estas máquinas en auténticas piezas de exposición que enamoran a primera vista.
Los límites los pone uno.